A priori, no pude dejar de reflexionar que, bueno... si me lo hubiera preguntado hace un tiempito (no tanto) había opciones para formar un buen seleccionado. Una formación imbatible, desde el arquero hasta el último wing.
Lamentablemente, muchos de esos vinos hoy juegan en otra liga (la de 10 a 20, digamos) por obra y gracia de una inflación que oficialmente no tenemos. Pero...
... "la única verdad es la realidad".
Y las verdades de La Rosada no siempre son las realidades de Doña Rosa.
Entonces, volviendo a lo nuestro, lo más probable es que:
1) Pese a la pálida sigamos con ganas de disfrutar un buen vino.
2) El billete que teníamos en el bolsillo siga siendo de 10 pesos.
3) Quien me hizo la pregunta siga esperando su respuesta.
Tengo que reconocerlo: la consulta me obligó a hacer un "cosmovino investiga", ya que me agarró un tanto desprevenido.
Justo este sábado (el que acaba de pasar) estaba invitado a una cena en lo de mi ex-jefe y actual-amigo Carlos (uruguayo por nacimiento, venezolano por migración y argentino por descarte).
En lugar de llevarle un vino de 100 pesos y quedar como un duque, llevé 100 pesos en vinos de hasta 10 pesos y quedé como un impredecible. Hasta que expliqué lo que necesitaba y los puse a trabajar (total, conociendo a los invitados, sabía que nadie se declararía en huelga ante la faena).
Fueron quince botellas, seleccionadas según un índice más o menos confiable: el de mi mano. Los compré en Jumbo, con unilateral criterio, antes de rumbear para lo de Carlos.
La mesa de la cocina anfitriona se convirtió en un laboratorio enológico, y a su alrededor se llevó a cabo un apasionado simposio.
El objetivo fue que, de esa short list de 15, surgieran 5 elegidos. Que enumero a continuación, aclarando que no es un podio con orden de mérito, sino una delantera ganadora. Como esas delanteras de 5 que había antes, cuando el fútbol argentino tenía menos sed de euros y más hambre de goles.
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La formación es la siguiente:
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- Traful, de Bodegas López ($7): vino honesto que hace honor a la tradición de su bodega.
- Tocornal, de Concha y Toro ($6,50): franco sabor frutado, muy muy tomable.
- Pequeña Vasija, de La Rural ($9): vino bien entero sin caer en alcoholosidades.
- Fina Beltrán Duo, de Zuccardi ($9,90): agradable y suave; casi demasiado suave.
- Pont l´Eveque, no acusa bodega ($7): este lo impuse yo. Me impactó ese halo vejardo que me transportó a una pulpería (nunca estuve en una pulpería, pero... me transportó!).
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Como dicen en todas las elecciones de reinas & misses, la elección no fue simple. Probablemente el dios Baco no sea argentino, pero está claro que a nuestro país le ha dado bendición preferencial. Tenemos buenos vinos!
Los tenemos incluso bajo los 10 pesos! Un europeo lo envidiaría de verdad.
La reunión siguió luego según lo programado originalmente: margaritas (Carlos también fue mexicano); tacos, frijoles, guacamole y otras tantas chingadas; cerveza fría para apagar el fuego; degustación de rones venezolanos. Entenderán los lectores del blog por qué necesité 48 horas antes de transcribir los resultados de aquella cata...
El estudio se hizo sobre una muestra de vinos tintos exclusivamente. Además de las mencionadas, las otras marcas que participaron fueron: Los Quiroga, Carcassonne, Colón, Suter, Concha y Toro Reservado, Astica, Goyenechea Clásico, Valderrobles, Aberdeen Angus, Santa Isabel. Gracias Ana María y Carlos por la velada!