domingo, 29 de noviembre de 2009

Aglinskas cumple, Rutini dignifica.

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Uno de estos viernes proximopasados fue mi cumple.
Tuve un día ocupado en trámites céntricos y no tenía organizado festejo alguno.

En realidad, sí tenía: comprada & guardada una botella de Rutini Merlot 2005.
Una marca de estilo afrancesado, un varietal bien francés y una etiqueta de francesísimo diseño, podrán apreciar.

Entonces, antes de emprender el regreso a casa, pasé por un "Al queso, queso" y compré una de esas picadas que proponen, bastante interesantes por cierto. Cuál elegí? La "francesa" (claro, las tienen tematizadas!).

Llegué hacia la noche, con lluvia y sin luz.
De manera que no soplé las velitas para no quedarnos a oscuras. Pero celebré una verdadera fiesta con mis nobles invitados: leber artesanal, queso sangre azul, olivas rellenas, jamones y baguettes. Y con los gratísimos oficios del animador principal:
el mencionado Monsieur Rutiní.

Un vino que, en realidad, ya me había prometido repetir desde que lo experimenté en el "Restó" (de la Sociedad Central de Arquitectos, excelente lugar) en un inolvidable menú por pasos (donde el sommelier propone una copa de vino acorde a cada plato).

Rutini Merlot es quizá el más representativo, logrado y mimado de esta línea de vinos de Bodega La Rural.
De estilo francés, como dije, pero a la vez actual.
Frutado, como buen merlot, sin dejar de evidenciar su maduración en barricas.

Si le hubiera dedicado media hora de aireación, él hubiera entregado más.
Pero, una vez abierto, la debilidad venció a la virtud.




miércoles, 11 de noviembre de 2009

The Show After Show


Hace un par de jueves, me presenté con mis rutinas de Stand-Up
en Rey Castro. No les había dicho? Hemos creado un show ("Monólogos del Rey - Humor After Office"") que estamos presentando en Rey Castro todos los jueves a las 19:30hs.
Anda bien. La verdad que anda bien.

Lo que quería contar es que uno de estos jueves vinieron a actuar de público (qué bien les salían las risas; ¡parecían divertidos reales!) amigos que fui juntando en el mercado publicitario.

Cuando terminó la función, me dijeron que iban a cenar al "Norte" y si quería ir.
Les dije que no conocía el "Norte" y que sí, quería ir.

Fuimos.

En la calle Talcahuano entre Córdoba y Paraguay está la famosa pizzería El Cuartito. Mamita! Jueves a las 10 de la noche y no sólo estaba llena... sino que había tremenda cola esperando!
Me hizo acordar cuando era chico, en los setenta, las vacaciones en la Costa. Misma postal.

Bueno, al lado de El Cuartito está el "Norte". Que no disponía de cola pero también estaba bien completito.

El "Norte" es un bodegón. No un "restó", ya que no califica su "decó".
Pero lleno de vida. Y de comida: su menú -escrito a mano y fotocopiado- es interminable. Yo creo que su planta de personal debe componerse de: cocineros, mozos, escribas.

El público era harto variopinto (qué ganas tenía de decirlo así!!!).
Había grupos ruidosos y solitarios silenciosos; parejas en luna de miel y en comezón; porteños, provincianos, holandeses... En fin: un lugar muy movilizador.

Pedimos un menú bien antañoso: Codón pidió Matambre, Sarti y Grippa pidieron Riñoncitos a la Valenciana y yo pedí Hígado alla Veneciana.
Entre todos, previamente compartimos Sardinas con Cebolla.

En cuanto a los vinos (y acá finalmente viene el reason why de este post y este blog): alguien sugirió Estiba I.
Y yo sabía de Estiba I, porque lo venía siguiendo desde que salió. Con recelo, lo venía siguiendo.
Porque no lo había probado, pero ya había juntado un montón de pruebas en contra para el (pre)juicio: que mucha publicidad y prensa, que Bodega Esmeralda (Valderrobles y Rodas; por qué creer que harían algo mejor?) que buen diseño for the gilada en la etiqueta, que logo imitando a Navarro Correas... no, no estaba dispuesto a caer en la trampa.

El único escollo, era que había escuchado buenos comentarios...

Y bueno, deamoslé nomás; este lugar da para probar de todo, pensé.

Pedimos un Malbec primero, y un Cabernet después. Qué buenos! Qué ricos! Qué... gustables para todos!
Un malbec bien malbec; frutadísimo y violetísimo.
Un cabernet más normal, como debe ser (sorprender menos es propio de buen cabernet). Chapeau, Esmeralda.

Amigos: he pasado una noche fantástica. Y perdón Groucho: ha sido esa.