miércoles, 23 de septiembre de 2009

Blancos y Rosados: Por un cupo para las minorías!

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Hasta ahora, decía (digo) que no tomo blancos ni rosados porque no me gustan y me caen mal.

En realidad, creo que tras esta postura defensiva escondo otra más desafiante: "no tomo blancos ni rosados porque eso es de niñas y yo soy bien varón y juego a la pelota y tomo sólo tinto".

Esto que voy a decir, tiene un único destinatario
(yo mismo):

Dani, ha llegado la hora de abrir la cabeza.
Y las papilas.

De abandonar prejuicios, trabajar sensaciones menos conocidas y explorar esa otra parte del mundo (vínico) que te estás perdiendo.
Porque seguramente te estás perdiendo algo.

Está bien que en invierno "no llama" tanto.
Pero justamente: esta semana empezó la primavera.
Buen momento para cambiar.

Empezaré a probar más blancos & rosados. Aunque francamente me gusten más los tintos.

Y qué?
Muchas cosas alguna vez no me gustaron: el jamón crudo (muy salado), el mate amargo (muy amargo), las aceitunas (muy... aceitunas). Y ahora me gustan.

Así que dejaré de discriminarlos.

Como el verano pasado, que tomé Quara Torrontés y Mounier Rosado (qué cosa: ambos salteños!) y estaban buenos... sí, sí.

Estaban buenos. Claro que sí; cómo no.

Desde ya, acepto sugerencias, recomendaciones, consejos. Muchas gracias.
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jueves, 17 de septiembre de 2009

Cepas de Bandera (Parte I)


Algunos países -un poco naturalmente, un bastante marketineramente- tomaron determinadas cepas y las hicieron "propias".
Las transformaron en cepas-insignia.
Tal el caso de la Argentina, que decretó: "El Malbec soy yo".

Y está bien, ya que todo el mundo coincide en que -si bien su origen es francés- es en esta patria donde encontró "su lugar en el mundo", donde mejor se desarrolló y desplegó sus virtudes (de hecho, es la variedad más cultivada).

Casi otro tanto pasa con la Torrontés, uva verdaderamente autóctona, concebida por cruza de Moscatel de Alejandría con Criolla Chica (se da a full en La Rioja y Salta).

Los wine-futurólogos locales aseguran que, ahora que la Malbec tiene pasaporte argentino, iremos por la Bonarda: una variedad de origen italiano muuuy usada acá para cortes de vinos de mesa, pero que está logrando interesantes criaturas varietales. Dicho sea de paso, es la segunda variedad más plantada.

Bueno: ¿y qué otros países tienen sus uvas-insignia?

Aquí al lado tenemos el caso de Chile, con su misteriosa Carménère.

A mediados del siglo XIX, la plaga del hongo filoxera casi acaba con todos los viñedos europeos. Entonces, a la Carménère se la dio por extinguida.

Hete aquí que, hace unos pocos años (muy pocos), ciertos estudios en genética de la vid (ampelografía) determinan que, en Chile, una uva que se la tenía por Merlot no era Merlot sino Carménère (traída por viejos inmigrantes europeos antes de la filoxera).

Cantadita, vino la sagaz estrategia: "Chile y Carménère, huevón, un sólo corazón!", con el halo de la referida historia de yapa.

Al otro lado del charco, los uruguayos también se agarraron una cepa para sí: la Tannat.

No sé bien sustentados en qué.

Yo creo que en la premisa "No tenemos casi vinos, pero tenemos Tannat". Y el que se deje tentar con esta modesta propuesta, bienvenido sea.
Por cierto, he probado un par... y están bien de bien, bo.

Qué tenemos en otras latitudes del mundo?
En el post siguiente...

Cepas de Bandera (Parte II)


Cruzando the bigger charco, encontramos que Sudáfrica también se ha plantado ante el mundo con lo suyo: la Pinotage, una cepa creada a partir de cruzas de Pinot Noir y Heritage (Pinot-tage!). Y lo dicen nomás: "La Pinotage es nuestra, sólo nuestra!"

Saltando el Océano Índico, llegamos a Australia: isla de grandes desiertos, grandes ciudades y grandes producciones de Shiraz, su carta de presentación ante los wine-drinkers globales.

En realidad, no es otra que Syrah, a la que a ellos han rebautizado Shiraz para... bueno, para reinventar lo que ya estaba inventado desde la Última Cena.

Sus Shiraz rebosan de modernidad: vinos muy maderizados, oscuros y concentradísimos, con etiquetas creativosas y tapas a rosca.

En cuanto a los europeos, yo creo que tienen cepas típicas, pero no insignia: España & Tempranillo, Portugal & Verdelho, Italia & Sangiovese, Alemania & Gewürtztraminer, Francia & Todas.

En parte porque eso de la "cepa de bandera" es un recurso de posicionamiento del MKT moderno, de los vinos del Nuevo Mundo.

Y, también, porque en el Viejo Mundo hace mil
años que se dedican silenciosamente a crear blends irrepetibles, y no necesitan -ni quieren- andar etiquetando porque sea la moda de este joven siglo.


Bueno amiguitos, los dejo.

Y no olviden que, en cualquier lugar, una copa diaria de noble vino hace bien al corazón. No dejen de cuidarse!

viernes, 4 de septiembre de 2009

Land of Hot Dogs, Coca-Cola and... Buenos Vinos!

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En mis tiempos de adolescencia experiencial, solía espetar
muy suelto de cuerpo:"y... los yanquis de vinos no saben naaada!!!".

Hoy, con algunos años más y unas cuantas patoterías al dope menos, puedo decir de los hijos de Lincoln que: si hay que hacer películas de Jóligud, las hacen bien; si hay que hacer Budweiser, la hacen más o menos (pero la venden bárbaro). Y si hay que hacer vinos -perdón por lo que van a escuchar- los hacen bien. En California, en el Valle de Napa en su gran mayoría.

Mi primo vive allá hace 20 años, por lo que vuelta a vuelta ligo algún ejemplar de regalo. Y nunca ninguno me defraudó.

Lógicamente, son vinos del llamado estilo "Nuevo Mundo" (los elaborados por EE.UU., Chile, Sudáfrica, Australia, en contraposición a los "Viejo Mundo" de Francia, España, Italia, Portugal).

Los "Nuevo Mundo" son vinos que priorizan la varietalidad, la fruta, la madera; los sabores impactantes y colores intensos.
Los "Viejo Mundo" valoran más el trabajo del enólogo en los blends, y antes que el impacto inmediato en los sentidos buscan sensaciones más sutiles que no traicionen el ADN del terruño ("terroir").

Para el mercado mundial, los vinos argentinos pertenecen a la categoría "Nuevos", ya que nuestros productos de exportación cumplen mayoritariamente con ese estilo, que es el más demandado.
De todas maneras, hay una gran tradición local de vinos estilo "Viejo", sobretodo por parte de bodegas históricas fundadas por inmigrantes europeos (López, La Rural, Graffigna, etc, etc, etc...).

Me fui un poco por la parra...

Volviendo a los vinos de California, decía: todos me gustaron. Está bien que alguien ya se había tomado el trabajo de preseleccionarlos por mí, no?

Tal vez ninguno fue el mejor que tomé en mi vida, pero todos estaban muy bien.

Me acuerdo de uno que era de una bodega de Francis Ford Coppola, que tenía una etiqueta hermosa: dos columnas doradas y un telón bordó entreabierto que dejaba ver una pintura de los viñedos.

En la Pascua de este año, que tuve la suerte de pasar allá, también probé unos cabernet y merlot muy ricos.
Y hasta un blanco muy intenso, con mucho roble, casi ahumado.

Moraleja: a no ser puristas-nacionalistas-antiimperialistas.
Si alguna vez van para Los Ángeles, presten atención. Entre los estudios de cine y Disneylandia, tal vez valga la pena detenerse en alguna bodeguita.
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