viernes, 4 de septiembre de 2009

Land of Hot Dogs, Coca-Cola and... Buenos Vinos!

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En mis tiempos de adolescencia experiencial, solía espetar
muy suelto de cuerpo:"y... los yanquis de vinos no saben naaada!!!".

Hoy, con algunos años más y unas cuantas patoterías al dope menos, puedo decir de los hijos de Lincoln que: si hay que hacer películas de Jóligud, las hacen bien; si hay que hacer Budweiser, la hacen más o menos (pero la venden bárbaro). Y si hay que hacer vinos -perdón por lo que van a escuchar- los hacen bien. En California, en el Valle de Napa en su gran mayoría.

Mi primo vive allá hace 20 años, por lo que vuelta a vuelta ligo algún ejemplar de regalo. Y nunca ninguno me defraudó.

Lógicamente, son vinos del llamado estilo "Nuevo Mundo" (los elaborados por EE.UU., Chile, Sudáfrica, Australia, en contraposición a los "Viejo Mundo" de Francia, España, Italia, Portugal).

Los "Nuevo Mundo" son vinos que priorizan la varietalidad, la fruta, la madera; los sabores impactantes y colores intensos.
Los "Viejo Mundo" valoran más el trabajo del enólogo en los blends, y antes que el impacto inmediato en los sentidos buscan sensaciones más sutiles que no traicionen el ADN del terruño ("terroir").

Para el mercado mundial, los vinos argentinos pertenecen a la categoría "Nuevos", ya que nuestros productos de exportación cumplen mayoritariamente con ese estilo, que es el más demandado.
De todas maneras, hay una gran tradición local de vinos estilo "Viejo", sobretodo por parte de bodegas históricas fundadas por inmigrantes europeos (López, La Rural, Graffigna, etc, etc, etc...).

Me fui un poco por la parra...

Volviendo a los vinos de California, decía: todos me gustaron. Está bien que alguien ya se había tomado el trabajo de preseleccionarlos por mí, no?

Tal vez ninguno fue el mejor que tomé en mi vida, pero todos estaban muy bien.

Me acuerdo de uno que era de una bodega de Francis Ford Coppola, que tenía una etiqueta hermosa: dos columnas doradas y un telón bordó entreabierto que dejaba ver una pintura de los viñedos.

En la Pascua de este año, que tuve la suerte de pasar allá, también probé unos cabernet y merlot muy ricos.
Y hasta un blanco muy intenso, con mucho roble, casi ahumado.

Moraleja: a no ser puristas-nacionalistas-antiimperialistas.
Si alguna vez van para Los Ángeles, presten atención. Entre los estudios de cine y Disneylandia, tal vez valga la pena detenerse en alguna bodeguita.
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2 comentarios:

  1. Yo a los yankees con la Coca Zero y los parques de Disney ya los eximo de la necesidá de andar produciendo vinos. Pero si vos insistís en esto de que también tienen bodegas decentes, entonces me abstengo de pedir una botella de vino argentino o chileno cuando ando por aquellos pagos y me hago la jodida frunciendo la nariz ante cualquier botella nacional... me vas a transformar en una mejor persona, Aglinskas, si seguís así... =)

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  2. No soy yo. No sos vos.
    Es el vino el que ablanda el alma!
    (Lo que daría por sentarme a compartir
    una copa con Mickey y Tribilín...).
    Zénkiu for you opínion...

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