miércoles, 9 de diciembre de 2009

La nuevas provincias del vino.

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San Martín cruzó Los Andes, Sarmiento fundó escuelas y en Mendoza se hace vino. Todo eso lo sabemos bien. Desde chicos.
(En el tema de los vinos habría que agregar a San Juan, gracias a la propaganda de Re-se-ro-blan-co... san-juaniiinooo!).

Lo que tuvimos que ir sabiendo luego, a medida que fuimos creciendo, es que también se hacen vinos en Salta y La Rioja, para el norte, y en Río Negro y Neuquén, tirando al sur.

En Salta, la verdad, es difícil encontrar vino que no sea bueno; será el clima, el suelo, la altura... no sé. Pero tenemos el torrontés que tantas satisfacciones promete darnos en el mundo, y tintos robustos -tannat, syrah... anche malbec!- tan gauchos en la faena, a la hora de domar un patriótico asado.

En las provincias patagónicas -en rigor, del Comahue- se está haciendo un trabajo conjunto interesante para posicionar a la región, con el Pinot Noir y el Merlot como sus exponentes más refinados.

Ahora bien, lo que tal vez muchos aún no saben, es que hay otras provincias donde también se está haciendo vino, y por cierto muy bueno.

En Catamarca, por ejemplo, donde hace un par de años surgieron los Don Diego, unos vinos espectaculares (specially syrah) que casi coquetearon con lo fashion (guarda! que si hoy estás de moda, mañana estás demodé...) y El Deseo (también syrah, fijaos), vinos riquísimos que conocí este año.

Si digo La Pampa, muchos se sorprenderán. Y efectivamente,
Bodega del Desierto sorprende con unos vinos bien interesantes, con un amplio portfolio de varietales donde sobresalen el cabernet franc, el syrah y el merlot.

Finalmente, sepanlón, en Buenos Aires se está vinificando muy bien,
y no hablo del vino de la costa.
Me refiero a AlEste (esta vez no es un jugueteo mío: se escribe así todojunto). Una bodega joven & moderna de la localidad de Médanos, cerca de Bahía Blanca y más cerca aún del mar.

Conocí alguno de sus vinos el año pasado (AlEste Cabernet-Malbec) cuya personalidad me gratificó francamente: bien estructurado, tánico, dulzón, largo.

De manera que podemos cerrar este post con otra máxima de nuestra educación colectiva (lamentablemente, no siempre ilustrada con buenos ejemplos): "Argentina... país generoso."

Al menos, en vinos, es así nomás. Qué bueno.


domingo, 29 de noviembre de 2009

Aglinskas cumple, Rutini dignifica.

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Uno de estos viernes proximopasados fue mi cumple.
Tuve un día ocupado en trámites céntricos y no tenía organizado festejo alguno.

En realidad, sí tenía: comprada & guardada una botella de Rutini Merlot 2005.
Una marca de estilo afrancesado, un varietal bien francés y una etiqueta de francesísimo diseño, podrán apreciar.

Entonces, antes de emprender el regreso a casa, pasé por un "Al queso, queso" y compré una de esas picadas que proponen, bastante interesantes por cierto. Cuál elegí? La "francesa" (claro, las tienen tematizadas!).

Llegué hacia la noche, con lluvia y sin luz.
De manera que no soplé las velitas para no quedarnos a oscuras. Pero celebré una verdadera fiesta con mis nobles invitados: leber artesanal, queso sangre azul, olivas rellenas, jamones y baguettes. Y con los gratísimos oficios del animador principal:
el mencionado Monsieur Rutiní.

Un vino que, en realidad, ya me había prometido repetir desde que lo experimenté en el "Restó" (de la Sociedad Central de Arquitectos, excelente lugar) en un inolvidable menú por pasos (donde el sommelier propone una copa de vino acorde a cada plato).

Rutini Merlot es quizá el más representativo, logrado y mimado de esta línea de vinos de Bodega La Rural.
De estilo francés, como dije, pero a la vez actual.
Frutado, como buen merlot, sin dejar de evidenciar su maduración en barricas.

Si le hubiera dedicado media hora de aireación, él hubiera entregado más.
Pero, una vez abierto, la debilidad venció a la virtud.




miércoles, 11 de noviembre de 2009

The Show After Show


Hace un par de jueves, me presenté con mis rutinas de Stand-Up
en Rey Castro. No les había dicho? Hemos creado un show ("Monólogos del Rey - Humor After Office"") que estamos presentando en Rey Castro todos los jueves a las 19:30hs.
Anda bien. La verdad que anda bien.

Lo que quería contar es que uno de estos jueves vinieron a actuar de público (qué bien les salían las risas; ¡parecían divertidos reales!) amigos que fui juntando en el mercado publicitario.

Cuando terminó la función, me dijeron que iban a cenar al "Norte" y si quería ir.
Les dije que no conocía el "Norte" y que sí, quería ir.

Fuimos.

En la calle Talcahuano entre Córdoba y Paraguay está la famosa pizzería El Cuartito. Mamita! Jueves a las 10 de la noche y no sólo estaba llena... sino que había tremenda cola esperando!
Me hizo acordar cuando era chico, en los setenta, las vacaciones en la Costa. Misma postal.

Bueno, al lado de El Cuartito está el "Norte". Que no disponía de cola pero también estaba bien completito.

El "Norte" es un bodegón. No un "restó", ya que no califica su "decó".
Pero lleno de vida. Y de comida: su menú -escrito a mano y fotocopiado- es interminable. Yo creo que su planta de personal debe componerse de: cocineros, mozos, escribas.

El público era harto variopinto (qué ganas tenía de decirlo así!!!).
Había grupos ruidosos y solitarios silenciosos; parejas en luna de miel y en comezón; porteños, provincianos, holandeses... En fin: un lugar muy movilizador.

Pedimos un menú bien antañoso: Codón pidió Matambre, Sarti y Grippa pidieron Riñoncitos a la Valenciana y yo pedí Hígado alla Veneciana.
Entre todos, previamente compartimos Sardinas con Cebolla.

En cuanto a los vinos (y acá finalmente viene el reason why de este post y este blog): alguien sugirió Estiba I.
Y yo sabía de Estiba I, porque lo venía siguiendo desde que salió. Con recelo, lo venía siguiendo.
Porque no lo había probado, pero ya había juntado un montón de pruebas en contra para el (pre)juicio: que mucha publicidad y prensa, que Bodega Esmeralda (Valderrobles y Rodas; por qué creer que harían algo mejor?) que buen diseño for the gilada en la etiqueta, que logo imitando a Navarro Correas... no, no estaba dispuesto a caer en la trampa.

El único escollo, era que había escuchado buenos comentarios...

Y bueno, deamoslé nomás; este lugar da para probar de todo, pensé.

Pedimos un Malbec primero, y un Cabernet después. Qué buenos! Qué ricos! Qué... gustables para todos!
Un malbec bien malbec; frutadísimo y violetísimo.
Un cabernet más normal, como debe ser (sorprender menos es propio de buen cabernet). Chapeau, Esmeralda.

Amigos: he pasado una noche fantástica. Y perdón Groucho: ha sido esa.

lunes, 26 de octubre de 2009

Y las Gracias? Bien, gracias.

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El miércoles fui a cenar a Chila. Un restaurante bueno, bonito & muy caro. La ocasión lo ameritaba.

Había reservado dos días antes, para las 21:30.

Cuando son las 21:15 llamo para avisar que llegaré unos minutos más tarde (si ahora digo "unos minutos", es porque entonces dije "unos minutos").

El Telefonisto me dijo que en realidad no se puede, porque como seguramente le habrán avisado, las reservas en esa ubicación se respetan hasta las 21:30.

Le dije que realmente estaba yendo para allá, por eso le pedía unos minutos, y que no, no me habían avisado.

Me dijo que como gesto excepcional me iban a esperar (siempre que no me demore demasiado) y que igualmente, yo pienso que sí le deben haber avisado.

Le dije que gracias, que ya llego, y que ya que insiste me obliga a insistir a mí: puedo asegurarle que no, no me avisaron.

Si revisan el diálogo, verán que yo una vez dije gracias. Chila, nunca.
(Como dato complementario, les cuento que llegé 21:39. Es decir exactamente 9 minutos más tarde. Y lo sé muy bien, porque miré la hora en mi celular justo antes de decirle buenas noches al Recepcionisto. Como dato plus-complementario, las mesas de ese sector nunca terminaron de ocuparse).

Pero volvamos hacia donde íbamos.

Como ya mencioné en otros post, yo tengo mi propio bar, restaurante & disco. Por cierto, mucho menos pretencioso que Chila.
Sin embargo, cuando un comensal llama para avisar que llega más tarde... se lo agradezco! Primero porque decir gracias nunca está de más. Segundo porque ha llamado y de alguna manera está reconfirmando su reserva. Tercero, y por sobre todo... porque casi nadie lo hace! Es muy común que la gente llegue tarde, mucho más tarde... o incluso nunca.

Por eso, cuando uno toma la iniciativa -lógica, pero en la práctica tan poco usual- de avisar, no dejo de agradecer. Aunque sea como una forma simbólica de reconocerle que "ha obrado bien". Y acto seguido, obviamente, hablamos y nos ponemos de acuerdo.

Entonces: Por qué se enroscaron con le dijeron- no me dijeron en lugar de no hay problema, gracias por avisar?

Incluso estoy dispuesto a entender que sí hay problema (en cuyo caso buscaré otro lugar, una pena), lo cual no quita que gracias por avisar, de todos modos.
Y lo que no estoy dispuesto a entender es que si les digo, no, no me avisaron, no me crean y pongan ahí el foco de la cuestión.

Bueno, esto es un blog de vinos, así que les cuento: tomé un Mendel Malbec 2007 (aunque en la carta figuraba como 2006) y no, no lo disfruté.

Como todos sabemos, el vino no es sólo el vino.
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miércoles, 14 de octubre de 2009

Francia, Salta & Villa Lugano Tour.

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Hace un par de sábados fue sábado, y a la noche llegó la noche.

Sábado a la noche.
No programa a la vista. Excepto una botella de Arnaldo B. 2004, el gran vino de Bodega Etchart con diseño de Michel Rolland, un famoso enólogo global francés. Un vino que combina la elegancia de Champs Elyseés con los polvorientos caminos de Cafayate.

Entonces me dije: ya que no surge programa, no forcemos nada raro.

Y me fui para Lugano, el barrio que me vio nacer y criar, rumbo a "El Aljibe".

"El Aljibe" hace empanadas. Unas empanadas buenísimas. Hechas con la misma receta desde hace,
no sé... 20? 25 años? Con ingredientes nobles. Con amor,
si se me permite la mariconada.

"El Aljibe" vende empanadas. Y pastelitos. Nada más.
No postres, no bebidas. Ni siquiera algún vino de emergencia: "El Aljibe" no quiere que le rompan las bolas con boludeces. Él hace empanadas. Si te gusta bien, y si no mala suerte.

A mí me gustan. Por eso, pese a que ya no vivo en Lugano, vuelta a vuelta me hago media hora de ida y media de vuelta para llegar a casa con ese paquete de papel blanco atado con hilo.

Como aquel sábado, en que los presenté: "Arnaldo B., ellas son empanadas de "El Aljibe"; empanadas, él es Arnaldo B."

Tendrían que ver lo bien que se llevaron! Esas criaturas de carne,
humita y roquefort hechas con manos santiagueñas y ese vino de malbec, cabernet y tannat amasado con manos salteñas...

Puse canal 950 de DirecTV bien bajito (pasan "Grandes Bandas/Swing") y... nos amamos todos!

Qué momentos!

What a Sábado Night!

Un programa inolvidable que
-como casi siempre ocurre-
si no es planificado, resulta doblemente bueno.


viernes, 2 de octubre de 2009

Cuestión de Etiqueta.


A este vino, hace 10 años que le tenía ganas. Que lo miraba con la ñata contra el precio.

Y si digo que le tenía ganas desde tanto tiempo, estoy diciendo que lo deseaba incluso en tiempos mozos en los que
no sabía casi nada de vino.

Lo que ocurrió es que fue amor a primera vista: me enamoró su etiqueta. Entonces me dije: "Algún día quiero tomar esa etiqueta..."

Porque... vieron qué presentación?
Para mí es el mejor diseño never-ever visto!

Casi siento que, más que un diseñador, esa etiqueta fue bordada por las Damas Patricias de Mendoza, para celebrar el 3 a 0 de San Martín contra el Ejército Realista!

Pues bien, ese día llegó hace poco.
Tenía guardadita la botella, y de repente me dije: "Ma sí, es hoy!" Y me la llevé a Nira, mi restaurant preferido de Canning. Que a diferencia de mi propio Bar, Restaurante & Disco, tienen servicio de descorche (podés llevar tu vino y te lo abren, con el cobro de un módico impuesto).
Para un amante de los vinos, esto es muy -muy!- apreciado.

Hoy además sé que el Altavista Alto es un vino tope de gama de Altavista, bodega cuyos dueños franceses poseen, además de ésta en Argentina, otras cuatro: tres en Francia y una en Hungría.

Un vino sumamente seductor, del mejor estilo francés; con impecable crianza en roble y estiba en botella. Y que ha cosechado los mejores puntajes de la prensa internacional.

Por supuesto que disfruté mucho sus cualidades. Pero debo admitir que, para mí, nada ha superado a su etiqueta. La más elegante, poderosa y atractiva que he visto (y tomado!) hasta hoy.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Blancos y Rosados: Por un cupo para las minorías!

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Hasta ahora, decía (digo) que no tomo blancos ni rosados porque no me gustan y me caen mal.

En realidad, creo que tras esta postura defensiva escondo otra más desafiante: "no tomo blancos ni rosados porque eso es de niñas y yo soy bien varón y juego a la pelota y tomo sólo tinto".

Esto que voy a decir, tiene un único destinatario
(yo mismo):

Dani, ha llegado la hora de abrir la cabeza.
Y las papilas.

De abandonar prejuicios, trabajar sensaciones menos conocidas y explorar esa otra parte del mundo (vínico) que te estás perdiendo.
Porque seguramente te estás perdiendo algo.

Está bien que en invierno "no llama" tanto.
Pero justamente: esta semana empezó la primavera.
Buen momento para cambiar.

Empezaré a probar más blancos & rosados. Aunque francamente me gusten más los tintos.

Y qué?
Muchas cosas alguna vez no me gustaron: el jamón crudo (muy salado), el mate amargo (muy amargo), las aceitunas (muy... aceitunas). Y ahora me gustan.

Así que dejaré de discriminarlos.

Como el verano pasado, que tomé Quara Torrontés y Mounier Rosado (qué cosa: ambos salteños!) y estaban buenos... sí, sí.

Estaban buenos. Claro que sí; cómo no.

Desde ya, acepto sugerencias, recomendaciones, consejos. Muchas gracias.
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