lunes, 26 de octubre de 2009

Y las Gracias? Bien, gracias.

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El miércoles fui a cenar a Chila. Un restaurante bueno, bonito & muy caro. La ocasión lo ameritaba.

Había reservado dos días antes, para las 21:30.

Cuando son las 21:15 llamo para avisar que llegaré unos minutos más tarde (si ahora digo "unos minutos", es porque entonces dije "unos minutos").

El Telefonisto me dijo que en realidad no se puede, porque como seguramente le habrán avisado, las reservas en esa ubicación se respetan hasta las 21:30.

Le dije que realmente estaba yendo para allá, por eso le pedía unos minutos, y que no, no me habían avisado.

Me dijo que como gesto excepcional me iban a esperar (siempre que no me demore demasiado) y que igualmente, yo pienso que sí le deben haber avisado.

Le dije que gracias, que ya llego, y que ya que insiste me obliga a insistir a mí: puedo asegurarle que no, no me avisaron.

Si revisan el diálogo, verán que yo una vez dije gracias. Chila, nunca.
(Como dato complementario, les cuento que llegé 21:39. Es decir exactamente 9 minutos más tarde. Y lo sé muy bien, porque miré la hora en mi celular justo antes de decirle buenas noches al Recepcionisto. Como dato plus-complementario, las mesas de ese sector nunca terminaron de ocuparse).

Pero volvamos hacia donde íbamos.

Como ya mencioné en otros post, yo tengo mi propio bar, restaurante & disco. Por cierto, mucho menos pretencioso que Chila.
Sin embargo, cuando un comensal llama para avisar que llega más tarde... se lo agradezco! Primero porque decir gracias nunca está de más. Segundo porque ha llamado y de alguna manera está reconfirmando su reserva. Tercero, y por sobre todo... porque casi nadie lo hace! Es muy común que la gente llegue tarde, mucho más tarde... o incluso nunca.

Por eso, cuando uno toma la iniciativa -lógica, pero en la práctica tan poco usual- de avisar, no dejo de agradecer. Aunque sea como una forma simbólica de reconocerle que "ha obrado bien". Y acto seguido, obviamente, hablamos y nos ponemos de acuerdo.

Entonces: Por qué se enroscaron con le dijeron- no me dijeron en lugar de no hay problema, gracias por avisar?

Incluso estoy dispuesto a entender que sí hay problema (en cuyo caso buscaré otro lugar, una pena), lo cual no quita que gracias por avisar, de todos modos.
Y lo que no estoy dispuesto a entender es que si les digo, no, no me avisaron, no me crean y pongan ahí el foco de la cuestión.

Bueno, esto es un blog de vinos, así que les cuento: tomé un Mendel Malbec 2007 (aunque en la carta figuraba como 2006) y no, no lo disfruté.

Como todos sabemos, el vino no es sólo el vino.
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miércoles, 14 de octubre de 2009

Francia, Salta & Villa Lugano Tour.

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Hace un par de sábados fue sábado, y a la noche llegó la noche.

Sábado a la noche.
No programa a la vista. Excepto una botella de Arnaldo B. 2004, el gran vino de Bodega Etchart con diseño de Michel Rolland, un famoso enólogo global francés. Un vino que combina la elegancia de Champs Elyseés con los polvorientos caminos de Cafayate.

Entonces me dije: ya que no surge programa, no forcemos nada raro.

Y me fui para Lugano, el barrio que me vio nacer y criar, rumbo a "El Aljibe".

"El Aljibe" hace empanadas. Unas empanadas buenísimas. Hechas con la misma receta desde hace,
no sé... 20? 25 años? Con ingredientes nobles. Con amor,
si se me permite la mariconada.

"El Aljibe" vende empanadas. Y pastelitos. Nada más.
No postres, no bebidas. Ni siquiera algún vino de emergencia: "El Aljibe" no quiere que le rompan las bolas con boludeces. Él hace empanadas. Si te gusta bien, y si no mala suerte.

A mí me gustan. Por eso, pese a que ya no vivo en Lugano, vuelta a vuelta me hago media hora de ida y media de vuelta para llegar a casa con ese paquete de papel blanco atado con hilo.

Como aquel sábado, en que los presenté: "Arnaldo B., ellas son empanadas de "El Aljibe"; empanadas, él es Arnaldo B."

Tendrían que ver lo bien que se llevaron! Esas criaturas de carne,
humita y roquefort hechas con manos santiagueñas y ese vino de malbec, cabernet y tannat amasado con manos salteñas...

Puse canal 950 de DirecTV bien bajito (pasan "Grandes Bandas/Swing") y... nos amamos todos!

Qué momentos!

What a Sábado Night!

Un programa inolvidable que
-como casi siempre ocurre-
si no es planificado, resulta doblemente bueno.


viernes, 2 de octubre de 2009

Cuestión de Etiqueta.


A este vino, hace 10 años que le tenía ganas. Que lo miraba con la ñata contra el precio.

Y si digo que le tenía ganas desde tanto tiempo, estoy diciendo que lo deseaba incluso en tiempos mozos en los que
no sabía casi nada de vino.

Lo que ocurrió es que fue amor a primera vista: me enamoró su etiqueta. Entonces me dije: "Algún día quiero tomar esa etiqueta..."

Porque... vieron qué presentación?
Para mí es el mejor diseño never-ever visto!

Casi siento que, más que un diseñador, esa etiqueta fue bordada por las Damas Patricias de Mendoza, para celebrar el 3 a 0 de San Martín contra el Ejército Realista!

Pues bien, ese día llegó hace poco.
Tenía guardadita la botella, y de repente me dije: "Ma sí, es hoy!" Y me la llevé a Nira, mi restaurant preferido de Canning. Que a diferencia de mi propio Bar, Restaurante & Disco, tienen servicio de descorche (podés llevar tu vino y te lo abren, con el cobro de un módico impuesto).
Para un amante de los vinos, esto es muy -muy!- apreciado.

Hoy además sé que el Altavista Alto es un vino tope de gama de Altavista, bodega cuyos dueños franceses poseen, además de ésta en Argentina, otras cuatro: tres en Francia y una en Hungría.

Un vino sumamente seductor, del mejor estilo francés; con impecable crianza en roble y estiba en botella. Y que ha cosechado los mejores puntajes de la prensa internacional.

Por supuesto que disfruté mucho sus cualidades. Pero debo admitir que, para mí, nada ha superado a su etiqueta. La más elegante, poderosa y atractiva que he visto (y tomado!) hasta hoy.